El viento sopla desde el norte, frío y antiguo, trayendo consigo el olor a nieve, madera y hierro. Los bosques de pinos y abetos se alzan cubiertos de escarcha, mientras el aire fresco anuncia la llegada del invierno.
Su aroma es dual: primero sentirás la pureza helada del bosque, verde y resinosa, y enseguida la calidez del hogar, con notas de canela y especias que envuelven el ambiente como un abrazo. Cuando la enciendes, el contraste entre lo gélido y lo cálido se funde en una fragancia profunda, especiada y acogedora.
Porque cuando el invierno se acerca, solo la calidez del hogar mantiene vivo el espíritu… y la manada sobrevive.
Intensidad alta. El nivel de intensidad de un aroma siempre es relativo y se percibe de forma subjetiva por cada persona. Lo indicamos tan solo como guía comparativa.